Alvaro querido, Estimado Señor presidente:
Me acabo de enterar del revés que has sufrido y no quiero que pase un momento más sin mandar este mensaje de apoyo a mi gran y admirado amigo, con quien he compartido tantos momentos y tantas ideas.
Es triste pero cierto que todo hombre que entra a la historia vive experiencias como las que estas pasando. No dudo que con tu legendaria fuerza de carácter y la fe que todos te conocen, sabrás enfrentar este trance como lo has hecho antes con tantos otros durante tu trayectoria de estadista.
Mano firme y corazón grande, noble Álvaro. Como lo escribes en el libro con dedicatoria que me acabas de enviar: no hay causa perdida. No dudo que el pueblo y las instituciones colombianas te harán justicia.
Aquí estoy a la orden.
Hernando
de Soto

Deja un comentario